lunes, 3 de junio de 2013
San José
SÚPLICA
A SAN JOSÉ
José
dulcísimo y Padre amantísimo de mi corazón,
a ti te elijo como mi protector en vida y en muerte; y consagro
a tu culto este día, en recompensa y satisfacción
de los muchos que vanamente he dado al mundo, y a sus vanísimas
vanidades. Yo te suplico con todo mi corazón que por tus
siete dolores y goces me alcances de tu adoptivo Hijo Jesús
y de tu verdadera esposa, María Santísima, la gracia
de emplearlos a mucha honra y gloria suya, y en bien y provecho
de mi alma. Alcánzame vivas luces para conocer la gravedad
de mis culpas, lágrimas de contrición para llorarlas
y detestarlas, propósitos firmes para no cometerlas más,
fortaleza para resistir a las tentaciones, perseverancia para
seguir el camino de la virtud; particularmente lo que te pido
en esta oración (hágase aquí la petición)
y una cristiana disposición para morir bien. Esto es,
Santo mío, lo que te suplico; y esto es lo que mediante
tu poderosa intercesión, espero alcanzar de mi Dios y
Señor, a quien deseo amar y servir, como tú lo
amaste y serviste siempre, por siempre, y por una eternidad.
Amén.
ORACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS
¡Glorioso
Patriarca San José!, animado de una gran confianza en
vuestro gran valimiento, a Vos acudo para que seáis mi
protector durante los días de mi destierro en este valle
de lágrimas. Vuestra altísima dignidad de Padre
putativo de mi amante Jesús hace que nada se os niegue
de cuanto pidáis en el cielo. Sed mi abogado, especialísimamente
en la hora de mi muerte, y alcanzadme la gracia de que mi alma,
cuando se desprenda de la carne, vaya a descansar en las manos
del Señor. Amén.Jaculatoria. Bondadoso San José, Esposo de María, protegednos; defended a la Iglesia y al Sumo Pontífice y amparad a mis parientes, amigos y bienhechores.
VISITA
A SAN JOSÉ
¡Oh castísimo
esposo de la Virgen María, mi amantísimo protector
San José! Todo el que implora vuestra protección
experimenta vuestro consuelo. Sed, pues, Vos mi amparo y mi guía.
Pedid al Señor por mí; libradme del pecado, socorredme
en las tentaciones y apartadme del mal y del pecado. Consoladme
en las enfermedades y aflicciones. Sean mis pensamientos, palabras
y obras fiel trasunto de cuanto os pueda ser acepto y agradable
para merecer dignamente vuestro amparo en la vida y en la hora
de la muerte. Amén.Jaculatoria.-¡Oh glorioso San José! Haced que sea constante en el bien; corregid mis faltas y alcanzadme el perdón de mis pecados.
ORACIÓN
A SAN JOSÉ
San José,
casto esposo de la Virgen María intercede para obtenerme
el don de la pureza.Tú que, a pesar de tus inseguridades personales supiste aceptar dócilmente el Plan de Dios tan pronto supiste de él, ayúdame a tener esa misma actitud para responder siempre y en todo lugar, a lo que el Señor me pida.
Varón prudente que no te apegas a las seguridades humanas sino que siempre estuviste abierto a responder a lo inesperado obténme el auxilio del Divino Espíritu para que viva yo también en prudente desasimiento de las seguridades terrenales.
Modelo de celo, de trabajo constante, de fidelidad silenciosa, de paternal solicitud, obténme esas bendiciones, para que pueda crecer cada día más en ellas y así asemejarme día a día al modelo de la plena humanidad: EL SEÑOR JESÚS.
CONSAGRACIÓN
A SAN JOSÉ
ANTE LAS TRIBULACIONES
¡Oíd,
querido San José, una palabra mía !... Yo me veo
abrumada de aflicciones y cruces, y a menudo lloro... Despedazada
bajo el peso de estas cruces, me siento desfallecer, ni tengo
fuerzas para levantarme y deseo que mi Bien me llame pronto.
En la tranquilidad, empero, entiendo que no es cosa difícil
el morir... pero si el bien vivir. ¿A quién, pues,
acudiré sino a Vos, que sois tan bueno y querido, para
recibir luz... consuelo… y ayuda? A Vos, pues, consagro
toda mi vida, y en vuestras manos pongo las congojas, las cruces,
los intereses de mi alma… de mi familia… de los pecadores…
para que, después de una vida tan trabajosa, podamos ir
a gozar para siempre con Vos de la bienaventuranza del Paraíso.
Amén.ANTE LAS TRIBULACIONES
Jaculatoria. San José, Protector de atribulados y de los moribundos, rogad nosotros.
CONSAGRACIÓN
A SAN JOSÉ
Oh Glorioso
Patriarca San José, heme aquí, postrado de rodillas
ante vuestra presencia, para pediros vuestra protección.Desde ya os elijo como a mi padre, protector y guía. Bajo vuestro amparo pongo mi cuerpo y mi alma, propiedad, vida y salud. Aceptadme como hijo vuestro. Preservadme de todos los peligros, asechanzas y lazos del enemigo. Asistidme en todo momento y ante todo en la hora de mi muerte. Amén.
San José
ORACIÓN
DEL PAPA LEÓN XIII
A Vos, bienaventurado
José, acudimos en nuestra tribulación, y después
de implorar el auxilio de vuestra Santísima Esposa, solicitamos
también confiadamente vuestro patrocinio. Por aquella
caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios,
os tuvo unido y por el paterno amor con que abrazasteis al Niño
Jesús, humildemente os suplicamos que volváis benigno
los ojos a la herencia que, con su sangre, adquirió Jesucristo,
y con vuestro poder y auxilio socorráis nuestras necesidades.Proteged, oh providentísimo Custodio de la Divina Familia, la escogida descendencia de Jesucristo; apartad de nosotros toda mancha de error y de corrupción; asistidnos propicio desde el cielo, fortísimo libertador nuestro, en esta lucha con el poder de las tinieblas; y como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús de inminente peligro de la vida, así ahora defended la Iglesia santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros protegednos con perpetuo patrocinio para que a ejemplo vuestro y sostenidos por vuestro auxilio, podamos santamente vivir, piadosamente morir, y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza. Amén.
ORACIÓN
POR DIVERSAS NECESIDADES
Santo Patriarca,
dignísimo esposo de la Virgen María y Padre adoptivo
de Nuestro Redentor Jesús, que por vuestras heroicas virtudes,
dolores y gozos merecisteis tan singulares títulos; y
por ellos, especialísimos privilegios para interceder
por vuestros devotos; os suplico, Santo mío, alcancéis
la fragante pureza a los jóvenes y doncellas, castidad
a los casados, continencia a los viudos, santidad y celo a los
sacerdotes, paciencia a los confesores, obediencia a los religiosos,
fortaleza a los perseguidos, discreción y consejo a los
superiores, auxilios poderosos a los pecadores e infieles para
que se conviertan, perseverancia a los penitentes, y que todos
logremos ser devotos de vuestra amada Esposa, Maria Santísima,
para que por su intercesión y la vuestra podamos vencer
a nuestros enemigos, por los méritos de Jesús,
y conseguir las gracias y favores que os hemos pedido para santificar
nuestras almas hasta conseguir dichosa muerte, y gozar de Dios
eternamente en el Cielo. Amén.
SAN
JOSÉ BENDITO
San José
bendito tú has sido el árbol elegido por Dios no
para dar fruto, sino para dar sombra. Sombra protectora de María,
tu esposa; sombra de Jesús, que te llamó Padre
y al que te entregaste del todo. Tu vida, tejida de trabajo y
de silencio, me enseña a ser fiel en todas las situaciones;
me enseña, sobre todo, a esperar en la oscuridad. Siete
dolores y siete gozos resumen tu existencia: fueron los gozos
de Cristo y María, expresión de tu donación
sin límites. Que tu ejemplo de hombre justo y bueno me
acompañe en todo momento para saber florecer allí
donde la voluntad de Dios me ha plantado. Amén.Himno a San José
- Oh José! que los coros celestiales celebren tus grandezas, / que los cantos de todos los cristianos hagan resonar sus alabanzas. / Glorioso ya por tus méritos, te uniste por una casta alianza / a la Augusta Virgen.
- Cuando, dominado por la duda y la ansiedad, / te asombras del estado en que se halla tu esposa / un Ángel viene a decirte que el Hijo que Ella ha concebido / es del Espíritu Santo.
El Señor ha nacido,
y le estrechas en tus brazos; / partes con El hacia las lejanas
playas de Egipto; / después de haberle perdido en Jerusalén,
le encuentras de nuevo; así tus gozos van mezclados con
lágrimas.
Otros son glorificados después
de una santa muerte, / y los que han merecido la palma son recibidos
en el seno de la gloria; pero tú, por un admirable destino,
semejante a los Santos, y aún más dichoso, / disfrutas
ya en esta vida de la presencia de Dios.
¡Oh Trinidad Soberana!
oye nuestras preces, concédenos el perdón; / que
los méritos de José nos ayuden a subir al cielo,
para que nos sea dado cantar para siempre el cántico de
acción de gracias y de felicidad.
Amén.
Amén.
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